martes, 11 de febrero de 2020

Au revoir Claire

La historietista Claire Bretécher -francesa, obvio- fue durante mucho tiempo la única dibujante que aportaba al ya de por sí cupo femenino ínfimo que a lo largo de la historia tuvo la revista Humor Registrado.

"¿Puede existir una mujer humorista? Sí, puede. ¡Claire Bretécher existe!, era el título de la presentación en el sumario del número 25, de diciembre de 1979. "Nosotros hemos sostenido siempre con firmeza -ya que los hechos así lo demuestran- que las mujeres no sirven para hacer humor. No nos vamos a desdecir, pero sí vamos a declarar que Claire Bretécher es una inmensa excepción confirmatoria de la regla", decía la nota que lejos de ocultar un tono machista lo remarcaba al calificarla de "increíble fémina" con un "físico no desdeñable y una carita que mata".

Bretécher empezó de niña a dibujar, estudió Bellas Artes y publicó desde 1963 obras satíricas de mucha repercusión como Celullitis o Ensaladas de Estación -publicadas en la archifamosa revista Pilote-, hasta que decidió editar su propia revista L'Écho des savanes, tal como hizo Andrés Cascioli con Humor, que mantuvo mientras colaboraba en Le Nouvel Observateur.

También incursionó como letrista de canciones y en la pantalla.

La consagración a nivel local e internacional llegaría con "Los frustrados" o "Agripina". La primera era una sátira de la izquierda acomodada que ella misma integraba - y la segunda el personaje de una adolescente impulsiva y egoísta que se convirtió en serie animada.

Se la consideró una pionera en temas íntimos, femeninos y feministas en los cómics, que luego alcanzó un público más amplio y de crítica social. «La mejor socióloga del año», la describió Roland Barthes en 1976. Para Barthes, "Los frustrados desmontaban irónicamente los mitos de la cultura de masas y los lugares comunes de la pequeña burguesía europea o de la nueva izquierda post-68".

Durante la investigación del libro intenté contactarla pero entre mi francés de traductor de Google y la sinuosa Internet no fue posible.

Había nacido en Nantes en 1940 y murió el lunes 10 último a los 79 años. El obituario de France 24.

La investigadora Mara Burkart escribe más sobre ella en este paper.

Y el colega Martín Pérez traza este perfil de ella en La Diaria.

jueves, 27 de junio de 2019

De remate

Con la infeliz coincidencia de que se produzca cuatro días después de la muerte de Andrés Cascioli, este viernes 28 a las 10:45, en el salón de remates del Poder Judicial (Jean Jaures 545, de CABA) se rematarán "en block, sin base y al mejor postor" varias marcas vinculadas a la historia de Ediciones de la Urraca, cuya quiebra se decretó hace 20 años y todavía se tramita en el juzgado Primera Instancia en lo Comercial N° 26. Se trata de HUMOR POLITICO, EL IMPRESO SEMANAL, HUMOR, SEX HUMOR, LA MOROCHA ARGENTINA, SUPERHUMOR, TIEMPO FUTURO, HISTO MAGAZINE, EL GOLPE, PELOTA, SELECCIONES INFANTILES DE MEÑIQUE, HOGAR, EL MES, TESTIMONIO SEMANAL, LIBRO DE HUMOR NEGRO, SEXO SALVAJE, HUM HUMOR REGISTRADO y HUMI. Quedan ustedes notificados.

miércoles, 12 de junio de 2019

Diez años sin el Tano Cascioli

“El trazo irreverente. 10 años sin Andrés Cascioli”, se titula la muestra gráfica que el próximo jueves se inaugura en el Espacio Eudeba/Arte ((avenida Rivadavia 1571) y homenajea al humorista, dibujante, creador y editor de las míticas publicaciones Satiricón y Humor fallecido el 24 de junio de hace diez años. La muestra podrá ser visitada de lunes a viernes de 9 a 18 hs hasta el 31 de julio. La inauguración es este jueves a las 18 y se anuncia la presencia de Tomás Sanz, Oche Califa y Carlos Ulanovsky.

lunes, 29 de abril de 2019

María Elena Walsh y la revista Humor

María Elena Walsh fue homenajeada ayer en el marco de la Feria del Libro y, entre otras piezas de su maravillosa obra, se representó este texto publicado en el número 41 de la revista Humor en agosto 1980, que ya había recuperado la librería Eterna Cadencia el año pasado.
En el copete de este artículo se menciona que Walsh había sido entrevistada por la publicación y, en efecto, el reportaje se publicó en el famoso número 24 de diciembre de 1979. ¿Por qué famoso? Porque fue el primero en el que aparece un miembro de la Junta Militar y nada más y nada menos que Jorge Rafael Videla. Rescatar esta entrevista de Mona Moncalvillo permite reconfirmar que a pesar de lo que livianamente se afirma sí había medios que hablaban de censura. Vean las primeras preguntas sino.

viernes, 26 de abril de 2019

Adiós Juan

El escritor y periodista rosarino Juan Martini murió hoy a los 75 años en Buenos Aires. Además de una gran obra literaria, Martini había pasado por la redacción de la revista Humor luego de regresar del exilio en 1986, primero como crítico literario y luego como prosecretario de Redacción. De allí se incorporaría como editor al sello Alfaguara.

viernes, 29 de marzo de 2019

Hablemos de Cilencio

La viralizacón esta semana de una viñeta de tremenda vigencia de Cilencio es una buena excusa para recuperar a un artista genial que tuvo la revista Humor y al que no siempre se dimensiona como se merece (no es el único, por cierto). Se llamaba Eugenio Cilento (1938) y se incorporó a la publicación en el mismo año de salida de 1978. Desde entonces tuvo páginas enteras de chistes mudos o con algún epígrafe y también se le reservó la retiración de tapa, lo que permite suponer la valoración que Andrés Cascioli le daba.

Cilento no sólo publicó en Humor porque antes, durante y después también lo hizo en revistas de todo el mundo como Gente, Rico Tipo, El Gráfico, Avivato, Tía Vicenta, Satiricón, Goles, Radiolandia 2000, las ediciones argentina de Playboy, de USA y España; Anteojito y Antifaz, Billiken, El Batracio Amarillo y La Codorniz y en los diarios El Mundo, La Prensa, Diario Popular y Crónica.

El mismo se definía así: "Soy antes que nada humorista, por vocación filosófica, y porque no se hacer otra maldita cosa, que dibujar y escribir, sobre todo humor, parte de hacerlo por radio".

Y aunque en vida recibió la medalla de oro en el Salón de Dibujantes de la Argentina en 1966 y el primer premio en Trento, en 1990, el mejor reconocimiento que podría recibir es que sus viñetas sean compartidas y exaltadas hoy por su tremenda vigencia. Otras de aquí abajo también son de una actualidad impactante. Síntoma de un país calesita, antes de un súper poder de Cilencio de predecir el futuro.

Murió en 2012, mientras trabajaba en Diario Popular).

La última viñeta es la que se viralizó, gracias a un rescate de la investigadora Mara Burkart. El resto son retiraciones de tapa de 1979, 1980 y 1981 y un autoretrato.

jueves, 2 de agosto de 2018

Hasta siempre Maicas

Eduardo Maicas murió hoy a los 67 años y nos deja, además de una gran tristeza, una gran trayectoria que incluyó ser uno de los puntales de varias publicaciones de Ediciones de la Urraca como Hum®, SexHum®, Humi, Fierro, además de trabajos trascendentes en radio y televisión -con maestros como Jorge Guinzburg, Carlos Abrevaya y Santo Biasatti- durante gran parte de los 80 y los 90. Dejó la empresa de Andrés Cascioli poco antes de que se decretara la quiebra, en 1999. En Hum® había arrancado como colaborador en el primer número, de junio de 1978, y llegó recomendado por su amigo Guinzburg, a quien había conocido en el ámbito publicitario: fue una doble página sobre el Mundial de fútbol.

Lo entrevisté una tarde para el libro -interrumpí un trabajo que hacía junto a Demian Aiello- en su departamento de Caballito y allí recreó una de las anécdotas que siempre gustaba contar y que lo retrata un poco.

Resulta que al salir SexHum® tuvo una presentación en el Centro Cultural General San Martín. Allí estaba Pablo Colazo, Aquiles Fabregat (que le imprimió el cuidado por el buen uso del lenguaje) y algunos dibujantes como Sanzol, Fortín, Meiji, Rep y Maicas. Maicas dibujaba la tira "Yironside" sobre una prostituta que trabaja en silla de ruedas. A la hora de las preguntas del público, un lector se paró y lo increpó:
-¿Usted hace "Yironside"?
-Sí.
-Yo pensaba que esa tira la hacía o un discapacitado o un hijo de puta...
-Maicas es las dos cosas, reaccionó Rep, para provocar una carcajada generalizada, incluido Maicas, con una discapacidad en una pierna que lo obligaba a llevar bastón.

miércoles, 20 de junio de 2018

Caputo, el de la Capureta

Durante la investigación de la historia de la revista Humor intenté buscar el testimonio de diversos dirigentes que habían sido blanco de caricaturas, tapas o incluso historietas; además de que pretendía determinar la relación con los distintos gobiernos o confirmar pistas sobre favores o presiones.

Correos electrónicos, llamadas telefónicas directas o por la vía de allegados, hice decenas de contactos, algunos en vano y otros productivos. Por ejemplo, Enrique Nosiglia nunca me dio una respuesta fiel a su personaje de monje negro de la política argentina. José Luis Manzano tampoco, fiel a su costumbre de no hacer aquello que no le reditúa. El entonces presidiario Albano Harguindeguy se escudó en el abogado defensor o viceversa. Carlos Corach fue escueto y amable.

Pero hubo dos personas –ambos radicales y funcionarios de Raúl Alfonsín- que sí accedieron a hablar de la relación con Humor. Rodolfo Terragno, amigo y abogado de Andrés Cascioli, colaborador de la revista y objetos de sátiras me recibió en su casa y charlamos largo rato sobre todo. Terragno fue el que me consiguió dar con otra figurita que hasta entonces se me hacía difícil: Dante Caputo. Le avisó de mi interés y me consiguió un correo electrónico. El ex canciller estaba en Washington como asesor especial del secretario general de la OEA.

Las facciones de la cara y algunas acciones que había desplegado como ministro de Raúl Alfonsín lo habían puesto en la mira de los humoristas. No sólo Humor se le animaba sino también imitadores como Mario Sapag que un día logró burlar la custodia presidencial e ingresó a la residencia de Chapadmalal disfrazado de él para reunirse con el jefe de Estado.

Para el carnaval del 84, la revista Humor regaló la "Capureta" que no era otra cosa que la cara del canciller junto con otra del entonces ministro de Economía Juan Vital Sourrouille, otro pan comido para los dibujantes.

Entre marzo y abril de 2012, le escribí a Caputo no uno sino cinco emails y luego del quinto logré que contestara unas preguntas que aquí reproduzco como recuerdo ante de su muerte en este 20 de junio.

- ¿Leía la revista en la época de la dictadura? ¿Qué opinaba de ella?

- La esperábamos. Ya entonces conocía a Andrés a través de un gran amigo Jorge Alberto Sábato, quien escribía en Humor.

- ¿Recuerda cuándo apareció la primera caricatura suya y/o en qué situación era?

- No con precisión, pero debió 83 o comienzos del 84. A poco tiempo de asumir.

- ¿Qué le produjeron las caricaturas suyas que aparecieron desde entonces?

- Fue un lanzamiento a la pileta, me empezaron a reconocer por todos lados. No me molestaba en absoluto. Recuerdo que dije que quien no puede soportar una caricatura, debe estar hecho de espuma. Onganía cerró Tía Vicenta porque lo dibujaron como una foca!

- ¿Y cuándo hicieron la careta?

- Lo mismo,. En casa mis chicos usaban la capureta.

- ¿Qué era lo que le molestaba de los dibujos? ¿Había algo que le gustara?

- No especialmente, aunque me gustaban más los dibujos de Sábat, en Clarín.

- ¿Pensó en iniciar alguna acción judicial o hacer algún llamado telefónico?

- Esa es una pregunta que está en el límite de la ofensa. Si usted piensa que está entrevistando a alguien que por estas cuestiones puede recurrir a la justicia, me parece que vivimos en universos distintos. Voy a responder lo que falta sólo por respeto a Andrés.

- Una vez Andrés me dijo que alguien de cancillería, prensa, le había dicho de alguna molestia mía. Iniciativa propia de quien lo hizo! Ni por asomo, además iniciar una acción por cuál delito?

En todas las democracias hay revistas del tipo de Humor. En Francia Charlie Hebdo creo que es tres veces más osada de lo que era Humor. Alguien que intentara algo de ese tipo sería un ridículo.

- ¿La revista era tema de conversación en las reuniones de gabinete o gobierno?

- No que yo sepa. Me parece que había algunos temas un poco más apremiantes.

- ¿Guarda algún número donde esté usted?

- No y lo siento mucho. No me quedó ninguna capureta!

- ¿Pudo hablar con Andrés Cascioli o alguien de la revista de los dibujos?

- Creo que alguna vez lo hicimos, pero al pasar. Tengo de Andrés un gran recuerdo. Cuando salí del gobierno y llegó Menem y su revolución amoral, me dio espacio para escribir.

miércoles, 6 de junio de 2018

Cuarenta años no es nada

La noche de un día como hoy, pero de 1978, cuando la Selección que dirigía César Luis Menotti jugaba el segundo partido del Mundial de fútbol que se disputó en la Argentina (el 2-1 en el Monumental, con goles de Passarella y Luque y el descuento de Platini), llegaba a los kioscos el primer número de la revista Humor, que aquí pueden consultar completo. En esa misma página hay digitalizado mucho y buen material. Cuarenta años, sí, casi el doble de los que estuvo en la calle la publicación. Y no habrá homenajes, ni discursos, ni juntadas.

jueves, 11 de enero de 2018

Aquel enero del 83

Este 2018 es un año de aniversarios redondos para la revista Humor. En junio se cumplirán cuatro décadas de la salida a la calle y en estos meses 35 veranos del momento cumbre de ventas, en el del 83, cuando se produjo el intento de secuestro del número 97. En ese entonces, la revista se había convertido en un fenómeno imparable de una publicación mensual que era en el segundo semestre de 1978 a una quincenal que durante ese último lustro de la dictadura resultó el oxígeno de miles de personas. Para dimensionar ese crecimiento se podría decir que según el Instituto Verificador de Circulaciones, en enero de 1981 -cuando inició la auditoría-, el promedio de ventas era de 124 mil ejemplares que para fin de ese año trepó a 130 mil y en el año de la guerra de Malvinas se mantuvo en un ascenso, lento pero sostenido: en diciembre la cantidad superaba los 200 mil. Por eso, cuando la dictadura buscó impedir la distribución del famoso número 97, en enero de 1983, se armó un escándalo de proporciones como muestran los diarios de la época. Fue el único incidente grave que coronó intimidaciones, amenazas y tirones de oreja explícitos o solapados. Así lo recordaban cuando se cumplieron 15 años de aquel enero del 83.