viernes, 21 de febrero de 2020

Luis Gregorich 1938-2020

Muchos creen que el número 97 de la revista Humor, famoso por haber sido secuestrada parte de su tirada, fue porque llevaba en tapa a un torpe Cristino Nicolaides -por entonces hombre fuerte del Ejército- sin poder hacer pie en una patineta. Ese fue uno de los tres motivos que generaron el intento de censura y una demanda del milico a Andrés Cascioli y Tomás Sanz, pero también a los columnistas Enrique Vázquez y Luis Gregorich por el contenido de los artículos de esa semana, enero de 1983.

La nota de Vázquez hablaba de las presiones del gobierno de facto sobre el Poder Judicial, mientras que la de Gregorich, titulada "El jardín de los rebrotes", comparaba las maniobras políticas de Adolf Hitler en 1933 para exagerar las amenazas de los comunistas y las advertencias de los dictadores argentinos de un posible resurgimiento de la subversión a partir de incidentes en Plaza de Mayo durante una multitudinaria manifestación de la Multipartidaria, la CGT y organizaciones de derechos humanos, durante la cual fue asesinado Dalmiro Flores.

Al retornar la democracia, Gregorich se sumó al gobierno de Raúl Alfonsín -participó del guión de la película La república perdida y e integró el directorio de Eudeba, entre otras tareas- y decidió no sólo renunciar a Humor, sino comunicarlo con un texto publicado en el correo de lectores. Tras contar el paso por La Opinión, Clarín y Medios & Comunicación -donde hablaba de la censura militar de manera abierta-, Gregorich aseguraba: "Hum® fue distinto. [...] Pude recobrar mi voz con todas sus modulaciones y matices. Nadie me prohibió nada ni me pidió que fuera prudente". Luego confesaba tener un "impedimento ético" para escribir de política "en un órgano independiente como Hum®".

Me acabo de enterar del fallecimiento de Gregorich y sentí la urgencia de recordarlo aquí, aun con el temor de que este blog se convierta en la sección de avisos fúnebres y con este texto apurado. La despedida que publicó el colega Daniel Gigena es más completa y detallada sobre quién fue de este gran periodista.

En este página hay una link para descargar completo el número 97.

martes, 11 de febrero de 2020

Au revoir Claire

La historietista Claire Bretécher -francesa, obvio- fue durante mucho tiempo la única dibujante que aportaba al ya de por sí cupo femenino ínfimo que a lo largo de la historia tuvo la revista Humor Registrado.

"¿Puede existir una mujer humorista? Sí, puede. ¡Claire Bretécher existe!, era el título de la presentación en el sumario del número 25, de diciembre de 1979. "Nosotros hemos sostenido siempre con firmeza -ya que los hechos así lo demuestran- que las mujeres no sirven para hacer humor. No nos vamos a desdecir, pero sí vamos a declarar que Claire Bretécher es una inmensa excepción confirmatoria de la regla", decía la nota que lejos de ocultar un tono machista lo remarcaba al calificarla de "increíble fémina" con un "físico no desdeñable y una carita que mata".

Bretécher empezó de niña a dibujar, estudió Bellas Artes y publicó desde 1963 obras satíricas de mucha repercusión como Celullitis o Ensaladas de Estación -publicadas en la archifamosa revista Pilote-, hasta que decidió editar su propia revista L'Écho des savanes, tal como hizo Andrés Cascioli con Humor, que mantuvo mientras colaboraba en Le Nouvel Observateur.

También incursionó como letrista de canciones y en la pantalla.

La consagración a nivel local e internacional llegaría con "Los frustrados" o "Agripina". La primera era una sátira de la izquierda acomodada que ella misma integraba - y la segunda el personaje de una adolescente impulsiva y egoísta que se convirtió en serie animada.

Se la consideró una pionera en temas íntimos, femeninos y feministas en los cómics, que luego alcanzó un público más amplio y de crítica social. «La mejor socióloga del año», la describió Roland Barthes en 1976. Para Barthes, "Los frustrados desmontaban irónicamente los mitos de la cultura de masas y los lugares comunes de la pequeña burguesía europea o de la nueva izquierda post-68".

Durante la investigación del libro intenté contactarla pero entre mi francés de traductor de Google y la sinuosa Internet no fue posible.

Había nacido en Nantes en 1940 y murió el lunes 10 último a los 79 años. El obituario de France 24.

La investigadora Mara Burkart escribe más sobre ella en este paper.

Y el colega Martín Pérez traza este perfil de ella en La Diaria.