viernes, 29 de marzo de 2019

Hablemos de Cilencio

La viralizacón esta semana de una viñeta de tremenda vigencia de Cilencio es una buena excusa para recuperar a un artista genial que tuvo la revista Humor y al que no siempre se dimensiona como se merece (no es el único, por cierto). Se llamaba Eugenio Cilento (1938) y se incorporó a la publicación en el mismo año de salida de 1978. Desde entonces tuvo páginas enteras de chistes mudos o con algún epígrafe y también se le reservó la retiración de tapa, lo que permite suponer la valoración que Andrés Cascioli le daba.

Cilento no sólo publicó en Humor porque antes, durante y después también lo hizo en revistas de todo el mundo como Gente, Rico Tipo, El Gráfico, Avivato, Tía Vicenta, Satiricón, Goles, Radiolandia 2000, las ediciones argentina de Playboy, de USA y España; Anteojito y Antifaz, Billiken, El Batracio Amarillo y La Codorniz y en los diarios El Mundo, La Prensa, Diario Popular y Crónica.

El mismo se definía así: "Soy antes que nada humorista, por vocación filosófica, y porque no se hacer otra maldita cosa, que dibujar y escribir, sobre todo humor, parte de hacerlo por radio".

Y aunque en vida recibió la medalla de oro en el Salón de Dibujantes de la Argentina en 1966 y el primer premio en Trento, en 1990, el mejor reconocimiento que podría recibir es que sus viñetas sean compartidas y exaltadas hoy por su tremenda vigencia. Otras de aquí abajo también son de una actualidad impactante. Síntoma de un país calesita, antes de un súper poder de Cilencio de predecir el futuro.

Murió en 2012, mientras trabajaba en Diario Popular).

La última viñeta es la que se viralizó, gracias a un rescate de la investigadora Mara Burkart. El resto son retiraciones de tapa de 1979, 1980 y 1981 y un autoretrato.