viernes, 22 de noviembre de 2013
Basta de Humor
El lunes pasado me recibió la sección Escritores del programa Basta de Todo (Metro 95.1, lunes a viernes 14 a 18) que conduce Matias Martin, Diego Ripoll y Cabito. Aquí pueden escuchar el audio
En la revista Veintitrés que hoy llega a los kioscos hay un mini reportaje que me hicieron.
jueves, 21 de noviembre de 2013
"Se ejercía el periodismo"
La revista Veintitrés publica una nota, a propósito de la salida del libro.
jueves, 14 de noviembre de 2013
La revista Humor, los límites y la banalización del Holocausto
El número 21 de la revista Humor Registrado que llegó a los kioscos en octubre de 1979 marcaba el debut de Mona Moncalvillo, pero también incluyeron una doble página que representan un hito en la historia de la publicación. Se trata de siete chistes sobre el Holocausto firmados por Catón, el seudónimo de Raúl Antonio Bonato.
El dibujante tenía entonces 46 años y ya ostentaba unos 20 en el oficio del plumín, que permitió publicar allí y en publicaciones como Tía Vicenta, Adán (Editorial Abril), Billiken (Editorial Atlántida), Satirik, Media Suela, Rico Tipo, Caras y Caretas y en el diario La Prensa", donde creó El hombre del portafolios, según el blog de Siulnas.
La producción de Catón generó una andanada de críticas que se reflejaron en el propio correo de lectores durante los tres números siguientes y las encabezaba la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, para la que no se trataba de una "humillante explosión de odio antisemita".
Una explicación desde la revista sin firma y en el mismo espacio decía: "Pensamos –y lo hemos dicho más de una vez- que el humor no debe tener otras barreras que las normales en cualquier forma de expresión escrita, o sea las morales y estéticas. Pensamos que el humor no debe temer ni soslayar la muerte, no debe ocultar las miserias y las tragedias humanas, no debe retroceder ante los temas ‘espinosos'. Sabemos que el humor casi invariablemente es una forma de crítica, constructiva como pocas. Y que su calidad depende de la calidad de quienes lo practican, pero nunca de los terrenos que invade. [...] Hacer un chiste sobre la bomba atómica, no implica mofarse de los trescientos mil muertos de Hiroshima". También se subrayaba que las dos páginas "no eran otra cosa que una flagrante crítica al nazismo y sus métodos genocidas".
En enero de 1987 y en el periódico Nueva Presencia -un órgano de la comunidad judía editado por Herman Schiller entre 1977 y 1993-, el propio Andrés Cascioli admitió en un reportaje de Gerardo Yomal que la producción había sido uno de los "errores que se cometen en todos lados. La intención fue buenísima. La cosa empezó cuando en televisión los militares prohibieron dar la miniserie 'Holocausto' y nosotros decidimos tocar el tema. No se nos ocurrió nada por acá, entonces decidí encargarle al dibujante Catón que hiciera algo sobre el tema bien duro contra los nazis apoyando la posibilidad de que se dé 'Holocausto' en la Argentina. Y publicamos los chistes... pero salió todo al revés. Se sintieron muy molestas las entidades judías. Pero si los organismos judíos agarran 'Humor' desde el primer número y lo siguen se van a dar cuenta de que es una publicación (donde) tienen gente amiga. La nuestra es una editorial decididamente antifacista y antinazista. Creo que ese fue un error: duró bastante tiempo, publicamos cartas a favor y en contra y el tema se trató creo que bien".
En el ámbito académico hay varias tesis que abordan la historia de la revista Humor acotada al período dictatorial y en especial, el trabajo de Mara Burkart analiza el contenido de estos chistes y la reacción que provocaron.
Está claro que los chistes de Catón fueron un hito en relación a los límites para hacer humor en la revista de Ediciones de la Urraca, pero lo que muchos entienden como la banalización del holocausto y los nazis siempre fue, es y será materia de controversia y debate.
El dibujante tenía entonces 46 años y ya ostentaba unos 20 en el oficio del plumín, que permitió publicar allí y en publicaciones como Tía Vicenta, Adán (Editorial Abril), Billiken (Editorial Atlántida), Satirik, Media Suela, Rico Tipo, Caras y Caretas y en el diario La Prensa", donde creó El hombre del portafolios, según el blog de Siulnas.
La producción de Catón generó una andanada de críticas que se reflejaron en el propio correo de lectores durante los tres números siguientes y las encabezaba la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, para la que no se trataba de una "humillante explosión de odio antisemita".
Una explicación desde la revista sin firma y en el mismo espacio decía: "Pensamos –y lo hemos dicho más de una vez- que el humor no debe tener otras barreras que las normales en cualquier forma de expresión escrita, o sea las morales y estéticas. Pensamos que el humor no debe temer ni soslayar la muerte, no debe ocultar las miserias y las tragedias humanas, no debe retroceder ante los temas ‘espinosos'. Sabemos que el humor casi invariablemente es una forma de crítica, constructiva como pocas. Y que su calidad depende de la calidad de quienes lo practican, pero nunca de los terrenos que invade. [...] Hacer un chiste sobre la bomba atómica, no implica mofarse de los trescientos mil muertos de Hiroshima". También se subrayaba que las dos páginas "no eran otra cosa que una flagrante crítica al nazismo y sus métodos genocidas".
En enero de 1987 y en el periódico Nueva Presencia -un órgano de la comunidad judía editado por Herman Schiller entre 1977 y 1993-, el propio Andrés Cascioli admitió en un reportaje de Gerardo Yomal que la producción había sido uno de los "errores que se cometen en todos lados. La intención fue buenísima. La cosa empezó cuando en televisión los militares prohibieron dar la miniserie 'Holocausto' y nosotros decidimos tocar el tema. No se nos ocurrió nada por acá, entonces decidí encargarle al dibujante Catón que hiciera algo sobre el tema bien duro contra los nazis apoyando la posibilidad de que se dé 'Holocausto' en la Argentina. Y publicamos los chistes... pero salió todo al revés. Se sintieron muy molestas las entidades judías. Pero si los organismos judíos agarran 'Humor' desde el primer número y lo siguen se van a dar cuenta de que es una publicación (donde) tienen gente amiga. La nuestra es una editorial decididamente antifacista y antinazista. Creo que ese fue un error: duró bastante tiempo, publicamos cartas a favor y en contra y el tema se trató creo que bien".
En el ámbito académico hay varias tesis que abordan la historia de la revista Humor acotada al período dictatorial y en especial, el trabajo de Mara Burkart analiza el contenido de estos chistes y la reacción que provocaron.
Está claro que los chistes de Catón fueron un hito en relación a los límites para hacer humor en la revista de Ediciones de la Urraca, pero lo que muchos entienden como la banalización del holocausto y los nazis siempre fue, es y será materia de controversia y debate.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
Ultimas noticias de presentaciones del libro
El miércoles 6 compartimos una presentación del libro con Hugo Paredero en el bello centro cultural Padre Mugica de Banfield. Aquí un breve video de la extensa charla.
El viernes 8 fuí al área Narrativas Dibujadas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA para charlar sobre el libro junto a graduados y los especialistas en medios Oscar Steimberg y Laura Vázquez.
El sábado 9 me entrevistaron en el programa Nadie sale vivo de aquí que se emite por Radio Nacional Córdoba. El audio.
El lunes 11 participé con el co director de la revista Barcelona de una mesa organizada por la escuela de periodismo TEA de la defensa de la libertad de expresión en el humor político. Aquí un registro.
El viernes 8 fuí al área Narrativas Dibujadas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA para charlar sobre el libro junto a graduados y los especialistas en medios Oscar Steimberg y Laura Vázquez.
El sábado 9 me entrevistaron en el programa Nadie sale vivo de aquí que se emite por Radio Nacional Córdoba. El audio.
El lunes 11 participé con el co director de la revista Barcelona de una mesa organizada por la escuela de periodismo TEA de la defensa de la libertad de expresión en el humor político. Aquí un registro.
martes, 12 de noviembre de 2013
Siulnas
Oscar Vázquez Lucio, también conocido como Siulnas, murió 1 de octubre de 2013 luego de consagrar gran parte de sus 81 años al humor gráfico. Era periodista e historiador y trabajó de manera incansable hasta último momento.
Gran parte de su legado puede verse en este blog o rastrearse en "Historia del Humor Gráfico y Escrito en la Argentina" (Tomos I y II, Eudeba, 1987), "Aquellos personajes de historieta" (Punto Sur Editores) y los catálogos del Museo de la Caricatura "Severo Vaccaro", hoy cerrado.
La familia terminará de recopilar el material que Siulnas tenía para un tercer libro del Humor Gráfico y Escrito de la Argentina.
Cuando en el verano de 2014 lo contacté para mi libro sobre la revista Humor Registrado no tuvo inconveniente en darme los datos que disponía. También me contó que Oskar Blotta lo había convocado para Satiricón, el primer éxito de Cascioli en la sociedad con Blotta.
Siulnas me refirió que llegó a Blotta hijo porque conocía al padre de la época de Patoruzú y que en una de las primeras reuniones que tuvieron le espetó "¡Esto es lo que quiero que digas en la revista! Así, mi primera página gráfica en Satiricón estuvo precedida por una especie de presentación: 'Es bueno vivir con humor, pero vivir del humor es malo, al menos para mí. Por eso yo no vivo del humor. Claro que alguna vez sí viví del humor, y entonces cada chiste que creaba me permitía cubrir una parte de los gastos del mes: la factura del gas equivalía a un chiste, la de servicios eléctricos a dos chistes, la del teléfono a una tira humorística, la patente del coche a una doble página de chistes. Pero eso no era lo peor: también tenía que crear chistes para cubrir mis obligaciones impositivas, y ello le quita el buen humor a cualquiera. Pero ustedes no han comprado la revista ni se han detenido aquí para saber si un humorista vive o no del humor. Tal vez ni siquiera les interese averiguar quién hizo la página; no obstante el director quiere que me presente, así que les deslizo estos datos. Nombre verdadero: Oscar Edgardo Vázquez Lucio, 40 años, casado, un hijo, cuatro perros, tres gatos y un hobby emberretinado: el cine de paso reducido'".
El paso de Siulnas en Satiricón fue fugaz y motivado por el cambio de tono de la revista. El lo recordó así: "Creo que los que nos fuimos -Lino Palacio, Faruk y Landrú, entre ellos-, no teníamos de qué quejarnos; es como el caso de los diagramadores que se manejaron toda la vida con una escuadra, un lápiz negro, uno rojo y uno azul; y cuando se implantó el uso de computadoras en los medios donde trabajaban, les quedaban dos alternativas: adaptarse a las computadoras o renunciar. Nuestro humor no era ni mejor ni peor que el que se impuso después; sólo era diferente. Y de hecho, entre los que se quedaron y los que recién empezaban, hubo muy buenos humoristas; aunque lo de ellos no se pareciera a lo nuestro".
La entrada de Wikipedia dedicada a él ya fue actualizada y en este buen blog hay una entrevista al colega y maestro.
Gran parte de su legado puede verse en este blog o rastrearse en "Historia del Humor Gráfico y Escrito en la Argentina" (Tomos I y II, Eudeba, 1987), "Aquellos personajes de historieta" (Punto Sur Editores) y los catálogos del Museo de la Caricatura "Severo Vaccaro", hoy cerrado.
La familia terminará de recopilar el material que Siulnas tenía para un tercer libro del Humor Gráfico y Escrito de la Argentina.
Cuando en el verano de 2014 lo contacté para mi libro sobre la revista Humor Registrado no tuvo inconveniente en darme los datos que disponía. También me contó que Oskar Blotta lo había convocado para Satiricón, el primer éxito de Cascioli en la sociedad con Blotta.
Siulnas me refirió que llegó a Blotta hijo porque conocía al padre de la época de Patoruzú y que en una de las primeras reuniones que tuvieron le espetó "¡Esto es lo que quiero que digas en la revista! Así, mi primera página gráfica en Satiricón estuvo precedida por una especie de presentación: 'Es bueno vivir con humor, pero vivir del humor es malo, al menos para mí. Por eso yo no vivo del humor. Claro que alguna vez sí viví del humor, y entonces cada chiste que creaba me permitía cubrir una parte de los gastos del mes: la factura del gas equivalía a un chiste, la de servicios eléctricos a dos chistes, la del teléfono a una tira humorística, la patente del coche a una doble página de chistes. Pero eso no era lo peor: también tenía que crear chistes para cubrir mis obligaciones impositivas, y ello le quita el buen humor a cualquiera. Pero ustedes no han comprado la revista ni se han detenido aquí para saber si un humorista vive o no del humor. Tal vez ni siquiera les interese averiguar quién hizo la página; no obstante el director quiere que me presente, así que les deslizo estos datos. Nombre verdadero: Oscar Edgardo Vázquez Lucio, 40 años, casado, un hijo, cuatro perros, tres gatos y un hobby emberretinado: el cine de paso reducido'".
El paso de Siulnas en Satiricón fue fugaz y motivado por el cambio de tono de la revista. El lo recordó así: "Creo que los que nos fuimos -Lino Palacio, Faruk y Landrú, entre ellos-, no teníamos de qué quejarnos; es como el caso de los diagramadores que se manejaron toda la vida con una escuadra, un lápiz negro, uno rojo y uno azul; y cuando se implantó el uso de computadoras en los medios donde trabajaban, les quedaban dos alternativas: adaptarse a las computadoras o renunciar. Nuestro humor no era ni mejor ni peor que el que se impuso después; sólo era diferente. Y de hecho, entre los que se quedaron y los que recién empezaban, hubo muy buenos humoristas; aunque lo de ellos no se pareciera a lo nuestro".
La entrada de Wikipedia dedicada a él ya fue actualizada y en este buen blog hay una entrevista al colega y maestro.
domingo, 10 de noviembre de 2013
Aquiles
Cuenta la leyenda -casi todo lo que gira alrededor de la revista Humor tiene visos mitológicos- que en los negrísimos días dictatoriales, con mayor precisión los del año mundialista en el que César Menotti condujo la selección que levantó la copa, Aquiles Fabregat visitaba el estudio de Andrés Cascioli en Piedras y Venezuela engominado y con ese vozarrón tan uruguayo que lo emparentaba con Alfredo Zitarrosa. Además de saludar buscaba insistir, convencer al Tano, de volver al ruedo con una revista de humor.
No era que Cascioli no quisiera. Es que no tenían plata.
Fabregat había debutado a los 19 años en el periodismo uruguayo (había nacido en Montevideo en 1938); y también había alternado con el palo de la publicidad y ya en Buenos Aires, (desde 1974) había trabajado en Mengano, un remedo de Satiricón realizado por la editorial de Julio Korn; El Ratón de Occidente, un proyecto fugaz de Oskar Blotta y en una de las etapas de Tía Vicenta de Landrú.
Pero el dinero apareció y Fabregat se sumó al equipo que en junio del 78 armó esa revista que llegó a los kioscos hasta fines del 78 una vez por mes, desde enero del 79 cada 15 días y años más tarde cada siete, hasta que se discontinuó en octubre de 1999.
La angelada historia de Humor no cuenta por qué Fabregat dejó antes de aquel final la revista (con mayor precisión en 1994) y no abunda demasiado en lo que aportó él a la publicación y otras de Ediciones de la Urraca. Pues Fabregat fue secretario de redacción de Humor, co director de sex Humor y responsable de infinidad de piezas clásicas en ambas publicaciones como la saga del Eustaquio -posible gracias al gran conocimiento que el uruguayo tenía del español- o el cacique Paja Brava, entre tantísimos otros. Pero sobre todo fue uno de los tres pilares de esas revistas emblemáticas junto a Cascioli y Tomás Sanz.
Hoy se cumplen tres años de la partida física de Aquiles.
Que mejor homenaje que el retrato escrito el día posterior al que nos dejó por uno de sus mejores legados.
La nota que ilustra este post es de Radiolandia 2000 a los hacedores de la revista en 1981 (Fabre, al medio, cigarrillo en mano, flanqueado por Cascioli y el gran Alfredo Grondona White).
No era que Cascioli no quisiera. Es que no tenían plata.
Fabregat había debutado a los 19 años en el periodismo uruguayo (había nacido en Montevideo en 1938); y también había alternado con el palo de la publicidad y ya en Buenos Aires, (desde 1974) había trabajado en Mengano, un remedo de Satiricón realizado por la editorial de Julio Korn; El Ratón de Occidente, un proyecto fugaz de Oskar Blotta y en una de las etapas de Tía Vicenta de Landrú.
Pero el dinero apareció y Fabregat se sumó al equipo que en junio del 78 armó esa revista que llegó a los kioscos hasta fines del 78 una vez por mes, desde enero del 79 cada 15 días y años más tarde cada siete, hasta que se discontinuó en octubre de 1999.
La angelada historia de Humor no cuenta por qué Fabregat dejó antes de aquel final la revista (con mayor precisión en 1994) y no abunda demasiado en lo que aportó él a la publicación y otras de Ediciones de la Urraca. Pues Fabregat fue secretario de redacción de Humor, co director de sex Humor y responsable de infinidad de piezas clásicas en ambas publicaciones como la saga del Eustaquio -posible gracias al gran conocimiento que el uruguayo tenía del español- o el cacique Paja Brava, entre tantísimos otros. Pero sobre todo fue uno de los tres pilares de esas revistas emblemáticas junto a Cascioli y Tomás Sanz.
Hoy se cumplen tres años de la partida física de Aquiles.
Que mejor homenaje que el retrato escrito el día posterior al que nos dejó por uno de sus mejores legados.
La nota que ilustra este post es de Radiolandia 2000 a los hacedores de la revista en 1981 (Fabre, al medio, cigarrillo en mano, flanqueado por Cascioli y el gran Alfredo Grondona White).
Negro sobre Blanco
El ciclo que conduce el maestro Carlos Ulanovsky por Canal Encuentro le dedicó un capítulo a la revista Humor donde hablan Mona Moncalvillo y Tomás Sanz, entre otros.
Aquí puede verse online o descargar el capítulo.
Aquí puede verse online o descargar el capítulo.
jueves, 7 de noviembre de 2013
martes, 5 de noviembre de 2013
El contra
La revista Humor en general y Andrés Cascioli en particular solían despreciar lo masivo y lo popular del humor argentino.
Ya en Satiricón, el primer producto periodístico que el Tano realizó con Oskar Blotta entre 1972 y 1974, había un especial ensañamiento con figuras del espectáculo y la farándula, como Roberto Galán o la mismísima Mirtha Legrand, protagonista de varias caricaturas de Cascioli y no precisamente favorecida.
Ya instalada la dictadura de Videla y compañía, figuras como Galán, Legrand, Juan Carlos Altavista, Jorge Porcel, Gerardo Sofovich y el hoy fallecido Juan Carlos Calabró no tuvieron una actitud de resistencia que sí blandía Humor. Por el contrario, siguieron en la pantalla y los teatros como si nada y, en algunos casos, con bastante obsecuencia hacia los represores.
Una de las tapas en la que aparece Calabró es esta de marzo de 1982, el número 78, donde se puede resumir el espíritu editorial de la publicación de Ediciones de la Urraca hacia esas figuras de la farándula y el tipo de humor que realizaban.
Ya en Satiricón, el primer producto periodístico que el Tano realizó con Oskar Blotta entre 1972 y 1974, había un especial ensañamiento con figuras del espectáculo y la farándula, como Roberto Galán o la mismísima Mirtha Legrand, protagonista de varias caricaturas de Cascioli y no precisamente favorecida.
Ya instalada la dictadura de Videla y compañía, figuras como Galán, Legrand, Juan Carlos Altavista, Jorge Porcel, Gerardo Sofovich y el hoy fallecido Juan Carlos Calabró no tuvieron una actitud de resistencia que sí blandía Humor. Por el contrario, siguieron en la pantalla y los teatros como si nada y, en algunos casos, con bastante obsecuencia hacia los represores.
Una de las tapas en la que aparece Calabró es esta de marzo de 1982, el número 78, donde se puede resumir el espíritu editorial de la publicación de Ediciones de la Urraca hacia esas figuras de la farándula y el tipo de humor que realizaban.